Nosotras mismas somos nuestras peores enemigas.




                                                                                                     Perth, 16 de Abril del 2024

Hoy apareció una publicación en el diario Clarín de Argentina contando la historia de Dauda, una mujer nigeriana que fue secuestrada hace 10 años de un internado de niñas de Chibok, norte de Nigeria. Por aquel entonces sólo tenia 16 años.

Esto ocurrió el 14 de abril del 2014, yo había dejado Nigeria hacía menos de dos años y extrañaba esa vida cada día.

Para la celebración del día la Madre en Perth, en mayo del 2014 llevé una especie de bandera nigeriana a una celebración en la escuela de mis hijos para tratar de hacer conocer este horrible y desdichado evento.

Por eso la foto. Hay muchas que no sabía que era una historia terrible, pensaban que era una foto de su día y por eso sonríen.

Fueron secuestradas 276 niñas en aquella oportunidad.

La vida de Dauda incluía algo tan normal en muchos lugares del planeta, y a su vez tan "peligroso" o prohibido en otros, como es la ida a la escuela, lo que en países donde la pobreza es la constante, es una herramienta, un tesoro invaluable que puede ser la posibilidad de un futuro mejor.

El grupo que se atribuyó este delito fue uno de los tantos extremistas que existen entre los millones de habitantes del planeta.

Dauda fue obligada a cerrar todas las puertas a su vida anterior, abandonar su familia, sus seres queridos, sus costumbres, le arrancaron hasta sus sueños, Terminó casándose con uno de sus captores para evitar un destino muy comúnmente asignado a las mujeres, la esclavitud sexual. Ese captor, según dice la nota del diario, se divorció de ella por encontrarla jugando con una muñeca lo que fue interpretado como jugar con ídolos.

Se casó después con otro integrante del grupo y al final tuvo 3 hijas, a las que tuvo que abandonar en algún momento porque su vida volvía a correr peligro y esta vez tomó la decisión de buscar su libertad. Por suerte su familia, incluido su esposo, se unieron a ella después.

 Yo no tengo idea de cuáles son las características de estos grupos de secuestradores, ni de sus intenciones ni sus reivindicaciones.

Pero hay algo que no puedo justificar de ninguna manera y es el tomar por la fuerza a otros seres humanos, secuestrarlos, y decidir por ellos qué nueva vida tienen que vivir, a qué dios tienen que adorar, que costumbres tienen que adoptar, dejando su pasado, dejando su mundo, su vida, sus familias, su identidad, todo atrás.

Parecería que la esclavitud es algo del pasado pero lamentablemente convivimos con ella sin darnos cuenta.⛓️⛓️⛓️⛓️⛓️

Y lamentablemente siempre estas noticias muestran que son los hombres los que siguen sometiendo a las mujeres, son los hombres los que abusan de su fuerza, de su furia, y pisotean, deciden sobre las mujeres como si nosotras no fuéramos seres humanos que nos merecemos respeto, nos merecemos ser escuchadas, nos merecemos decidir sobre nuestras vidas, nuestros cuerpos, nuestros sueños.

Alguna vez hemos escuchado de hombres secuestrados por un grupo conformado por mujeres? Hombres a los que se los obliga a dejar sus vidas y hacer lo que las mujeres decidan, lo que incluye decidir por ellos con quien tienen que casarse, qué religión tienen que procesar, qué tienen permitido comer, qué tienen prohibido hacer?

No, nunca se nos pasaría por la cabeza algo así y sin embargo las mujeres seguimos siendo víctimas de esta humanidad desequilibrada, de este mundo regido por reglas inventadas en su mayoría por los hombres, que parecen ser tan fuertes como para mantenernos con un pie en la cabeza pero que su determinación para mantenernos sumisas sólo deja ver cuánto dependen de nosotras, cuánto nos necesitan, cuánta falta les hacemos, cuánto descansan en nosotras y cuán fuertes somos como para que tengan que hacer uso de todas sus fuerzas para mantenernos agachadas.

Creo que podemos sumar en este proceso de concretar nuestra propia libertad si podemos liberarnos de las cadenas que nosotras mismas decidimos ponernos. 🌟🌟🌟🌟🌟

Cada vez que nos ponemos un zapato que nos queda lindo pero nos hace doler los pies todo el día no es como aceptar sufrir sin ninguna razón lógica?. Para qué lo hago?

En Paris, el traumatólogo de mi hija, que le recetó plantillas, le dijo: “yo tengo ganas de operarte esos pies pero sos muy joven. Ya vas a volver cuando empieces a usar tacos altos”. 🤬🤬

Cada vez que decidimos no aceptar el paso del tiempo y recurrir a todas las "muletas" llámese tinturas, maquillajes, tratamientos de belleza, que muchas veces implican intervenciones quirúrgicas, intoxicarnos con productos químicos, es como decirle al mundo que renuncio a mi identidad, que no acepto mi ser, que no respeto a la naturaleza, no es también como no respetarme a mi misma?

Cada vez que pasamos horas pensando en cómo vestirnos, cómo combinar colores, como disimular esto o aquello, cada vez que miro mi ropero y no hay nada que nos podamos poner y sólo nos queda otra que comprarnos algo nuevo para poder vernos mejor, eso implica un desperdicio de energía para hacernos sentir/ver bien por fuera, cuidar el envase, y que nunca garantiza que nos sintamos radiantes, espléndidas, en paz por dentro?.

Creo que tenemos que sacarnos nuestras propias cadenas y sobre todo dejar de ponérselas a nuestras amigas, hermanas, madres, abuelas, actrices, políticas, etc, etc.

Amiguémonos con nosotras mismas, dejemos de exigirnos tonterías, de perder nuestro tiempo/energía en cosas insignificantes porque somos creadoras de vida, somos generosas al punto que cedemos nuestro propio cuerpo para que otro ser exista, parimos a todos los seres humanos que han existido, los hemos amamantado, cuidado, protegido, todo esto y más es lo que nos hace valiosas a tal punto que tenemos un PODER que puesto al servicio de todos puede transformar el mundo como nunca se ha visto antes.

En vez de sólo exigirle al otro que nos saque el pie de la nuca permitámonos brillar con todo nuestro esplendor para de esa manera alejar las sombras que siempre nos acosan.

Hagamos nuestra parte, seamos amorosas con nosotras mismas y con otras mujeres en el sentido de evitar la critica por comparación con modelos mentales que nos van intoxicando la vida.

Trabajemos en sanar nuestro ser interior, en fortalecer nuestra alma, en ser auténticas, en aceptarnos, en tratar de ser nuestra mejor versión, en ayudarnos, en ser compasivas, busquemos la felicidad auténtica.❤️🌟

Nosotras que vivimos en países donde supuestamente somos libres, no como el caso de Dauda y tantas otras que viven siendo ciudadanas de segunda o de tercera, sin derechos, sin posibilidades de estudiar, de progresar, de tener sus propios sueños y de poder llevarlos a cabo, saquémonos los grilletes, los límites, las cargas que nos ponemos nosotras mismas.🙏🏻🙏🏻

Démosle el ejemplo a los hombres tratándonos nosotras mismas como queremos ser tratadas.

Todavía quedan 82 de esas niñas de las que no se sabe nada. 😞

Cynthia







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